Apodado como el El Carnicero de Milwaukee, fue un asesino en serie estadounidense, famoso por matar a adultos y menores varones, además de practicar la necrofilia y el canibalismo. Su primer asesinato lo cometió cuando recogió un joven que hacía autostop, al que ofreció llevar en su carro, llevándolo a su casa para tener sexo con él, sin embargo el joven se negó y esto no le gustó a Jeffrey, lo que le llevó a explotar en ira, golpeó su cabeza con una pesa, lo estranguló, desmembró y por último se masturbó con la cabeza del joven. Después de este suceso sintió demasiada culpa y duró 10 años sin cometer otro asesinato, viviendo en celibato y congregándose a la iglesia. Pero sus deseos carnales desenfrenados fueron más fuertes y volvió a asesinar otras dos víctimas. Duró un tiempo preso por cargos de violación, pero cuando salió nuevamente volvió a asesinar. Su modus operandi era asistir a bares gay, donde seducía a sus víctimas ofreciéndoles dinero a cambio de tomarse fotos desnudos, pero cuando se negaban a tener sexo con él, los asesinaba. Su última víctima logró escapar, dando aviso a las autoridades que revisaron el apartamento de Jeffrey y encontraron parte de cadáveres y fotos de sus víctimas desmembradas. Asesinó un total de 17 varones, y por ellos se le dieron quince cadenas perpetuas.